Un día 25 de julio de 1993, La Paz, Bolivia, estadio Hernando Siles, ante 41.000 espectadores, la selección local derrotaba por primera vez en la historia a Brasil, con un agónico gol de su jugador estrella, el número diez, el de rulos. Marco Antonio Etcheverry Vargas nació en Santa Cruz, Bolivia, el 26 de septiembre de 1970. Para aquella época, su país se encontraba en momentos de extrema convulsión política. Un año antes había fallecido en un accidente aéreo, bajo extrañas circunstancias, el dictador René Barrientos, el mismo que ordenó el fusilamiento del revolucionario Ernesto Guevara, permitiendo la profanación del cuerpo sin vida del guerrillero en la localidad de Vallegrande. Como pecas pagas, dirían los sabios orientales. Para la fecha de nacimiento de Marco, seguían los militares en el poder, bajo la figura de Alfredo Ovando Candía, quien sería reemplazado en octubre de ese año por Juan José Torres. Este último, siguiendo la política gubernamental de su predecesor, se alineó c